‘Yo sé perder’: la performance que rompe con el binarismo del éxito y el fracaso

El mayor temor de cualquier artista, creador, ser humano, es el fracaso. La abrumadora idea del éxito, de la superación a base de golpes y presión reiterante intensifica el miedo a caer hacia el abismo de la frustración.   

La performance Yo sé perder, de Marc Caellas y Esteban Feune de Colombi,  trata de poner en escena ese rechazo y fracaso dentro de una sociedad donde solo se valora el éxito. La obra llega por primera vez al Círculo de Bellas Artes de Madrid con funciones el 3 y 4 de marzo: la primera, en torno a los fracasos hacia o desde el mundo del arte contemporáneo, y la segunda sobre el rechazo de la sociedad hacia las plantas sagradas. 

La estructura de la función es simple: una puesta en escena con dos invitados que comparten un mismo sentimiento de rechazo. En cada pieza convive la danza, la música, la filosofía y la poesía, mientras se ponen encima de la mesa las creaciones de los invitados que han sido descartadas. 

La primera obra contará con la participación del artista Isidoro Valcárcel Medina con su apuesta, no siempre aceptada ni comprendida, y junto a la periodista Desirée Rubio de Marzo. El ciclo se cerrará el sábado abordando el rechazo de las plantas sagradas por la sociedad occidental, con la participación de la conservacionista y activista por el Amazonas Magdalena Ruiz, y el escritor y director de la revista Cáñamo, Fidel Moreno.

Yo sé perder surgió como algo personal, fruto de crear muchísimas propuestas que nos iban rechazando», explican los dos artistas a La Vanguardia durante su viaje en tren hacia la capital. «Y de ahí surgió esa posibilidad de abrir el juego, de ser un poco el canal o el medio de los rechazos de gente que también trabaja en otras disciplinas. Una propuesta que fue rechazada significa un pequeño éxito en algún lugar», afirma Feune de Colombi.

Cada función es única e irrepetible. No hay dos piezas que se repitan, y eso «presenta un riesgo y una gran dificultad», expone Feune de Colombi, quien agrega que «también es parte de la filosofía de esta obra». El nuevo ciclo presenta, además, otro reto: «Ambas funciones son totalmente distintas a las anteriores realizadas y también entre sí. Nos entregamos un poco a la incertidumbre», confiesa Caellas. 

La vida está plagada de pequeños fracasos. Quieres comerte un helado pero la heladería está cerrada. La falta de un papel importante, una firma. Yo sé perder pretende compartir estos pequeños, grandes o medianos rechazos y volverlos parte del camino de la vida. ¿Pero cómo se supera el fracaso? 

«Hay que adoptar una actitud ecuánime, no reactiva, donde aceptas lo que se te presenta y sigues adelante», cuenta Feune de Colombi, justo después de perder la cobertura por un fallo en las redes telefónicas.

En nuestra sociedad existe un binarismo para generalizar cómodamente sobre lo que es bonito o feo, un rechazo o triunfo, si es blanco o negro. Feune de Colombi aparta la dualidad del éxito o fracaso para calificar el rendimiento de Yo sé perder . «Lo ideal es encontrar esos formatos en donde renovar la osadía, el riesgo,  y colocarlos junto a otras personas para hacer lo que nos gusta», agrega el artista.

Falta poco más de un día para arrancar el nuevo ciclo y pulir los últimos detalles, ante la incertidumbre de estas dos funciones, completamente distintas de las anteriores. «A ratos estoy excitado y a ratos un poco nervioso. Pero se trata de dejarse llevar», confiesa Caellas, » no queda otra cosa que saltar, y esperemos que haya agua en la piscina».